miércoles, 1 de agosto de 2012

Hablemos de ... Fortalecimiento Institucional/2




Como prometimos en la entrada del 5 de julio ahora queremos compartir algunas reflexiones sobre los elementos  a considerar en el armado de un PLAN ESTRATEGICO, lo que quiere decir:
... no hay nada mejor para una organización que sentarse a pensar en el Largo plazo.







Así como no existe una definición única de fortalecimiento institucional, tampoco la hay de plan estratégico, ustedes podrían preguntarse ¿por que?. Esta muy relacionado a la variedad institucional sobre la que trabajan estos conceptos. Más allá de la gran diversidad podemos destacar algunos elementos comunes y que necesariamente hay que tener en cuenta en a elaboración de un plan, el cual tiene que ver con un conjunto de decisiones estratégicas para orientar nuestra organización y su trabajo en pos de una misión a la que se está llamado.


El factor TIEMPO es fundamental cada plan tiene que tener un vencimiento, sobre todo cuando se trabaja en una realidad que cambia en forma permanente, por lo que debemos establecer en el plan objetivos a corto, mediano y largo plazo. Teniendo el LARGO PLAZO como horizonte y prioridad principal. A fin de poder evaluar posibles cambios de ruta a tiempo. Y si o si debemos sentarnos a pensar, muchas veces lo hemos visto en las organizaciones para las que trabajamos, se debaten todo el tiempo entre lo urgente e importante, y nos dejamos dominar por ese proceso. Si no dedicamos tiempo a la planificación y ejecución del plan, luego las cosas nos chocan en la cabeza y ahí reaccionamos y decimos: "si lo hubiéramos previsto antes ya sabríamos que hacer."

El diseño de todo plan estratégico contiene una etapa fundamental, el DIAGNOSTICO (análisis interno y externo), requiere un conocimiento previo sobre la realidad o problemática a enfrentar. Entendemos que es necesario un análisis exhaustivo, identificar cual es el problema ya que es parte importante de la solución.

Una vez realizado el diagnóstico, analizado la coherencia de nuestra misión, objetivos, acción y resultados. El diagnóstico nos puede indicar que vamos por buen camino, o por el contrario señalarnos que es necesario un cambio de ruta, por tanto paso siguiente siempre PLANIFICAR seguir por dónde vamos hoy hacer un giro necesario. 

He aquí un elemento fundamental, los cambios necesitan de un BUEN LIDERAZGO, no se trata de una persona, se trata siempre de un equipo. Una vez tomada, vislumbrada la estrategia, los cambios deben ser aplicados en forma inmediata, todos deben estar comprometidos con esos cambios, tareas o actividades para reparar o simplemente cumplir mejor con nuestros objetivos. Recientemente  realizamos un taller en donde se describieron varias cualidades necesarias para un buen liderazgo, saber escuchar, ser comprensivos, alegres, coherentes, confiar y dar confianza a los demás, fueron las más votadas junto a claridad en trasmitir las ideas y los objetivos.
Un buen liderazgo es aquel que hace que todos sean sientan lideres, porque cada uno desde su lugar es un lider, que también es responsable de aquella actividad confiada para el cumplimiento de la Misión. 

Por ello un tercer elemento fundamental es la PARTICIPACIÓN. Por participación y más ahora que es un termino de moda, existen una cantidad de acepciones, a nosotros nos interesa aquella participación en la que el poder se distribuye más allá de la estructura funcional que se haya dado la organización, por tanto la capacidad de tomar decisiones es compartida. Es la manera de que quienes llevaran a cabo las distintas fases del plan se  puedan poner efectivamente la camiseta, y sean parte.

Una vez implementado ese plan, es parte imprescindible de su ejecución el SEGUIMIENTO, CONTROL  y su EVALUACION. Debemos de alguna manera poder medir los efectos, los resultados de nuestro plan. Una vez que establecimos un plan, hemos establecido los resultados que nos esperamos obtener, es importante desarrollar también herramientas para que éstos nos resulten medibles, sea cualitativa como cuantitativamente. Revisar que sea coherente nuestra estructura, con los recursos humanos, las funciones a cumplir y las actividades que queremos llevar adelante.

Para poder evaluar sea la coherencia interna de nuestra organización, como la coherencia externa con quienes interactuamos, siempre es cosa buena y justa CONSULTAR a terceros.  Muchas organizaciones piensan no necesitar alguien que les diga que hacer, o piensan que la causa de sus problemas son los demás, las circunstancias adversas, la falta de recursos, la gente que no quiere trabajar. Para ser sinceros recursos no faltan, lo que si escasean son organizaciones capaces de gestionar la capacidad de cooperación existente.

Muchas más cosas podríamos  agregar, pero cada uno de éstos conceptos, diagnosticar, planificar, evaluar manejo del tiempo,  liderar procesos, participación, merecen un capítulo aparte para explicar porque si o si hacen parte del Plan.
Es importante que seamos conscientes que muchos de nuestros conflictos radican en que en varias oportunidades las organizaciones hacemos recaer los sacrificios de las mejoras futuras en la parte más débil de la estructura, es difícil pedirle a nuestros compañeros un compromiso que a veces como directivos no estamos dispuestos a asumir.
Las ventajas de pensar en una PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA, es que cada integrante de la organización desde la dirección hasta los profesionales y voluntarios de una organización, pueden aportar su experiencia , se puede crear un amplio debate enriquecedor y en cierta medida crecer en la relación con todos los miembros de la organización. De ésta forma cada decisión tomada, dará sentido de propósito, y sobre todo sentido de compromiso compartido para apoyar la consecución de los objetivos que nos hemos trazado a largo plazo. 

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