miércoles, 29 de agosto de 2012

¿Qué hace una Comisión Directiva en una OSC?



Hace tiempo, venimos publicando algunas posibles líneas de trabajo para OSC, ahora, queremos compartir con ustedes, algunas reflexiones sobre un importante actor. La Comisión Directiva













Toda organización social, cuenta con un Consejo o Comisión Directiva, un conjunto de personas que han sido elegidas para ser el gobierno de la misma.
En cierta forma, TODOS los miembros de una organización depositan su confianza, en algunas personas (Comisión o Consejo Directivo), para que estas, en un esfuerzo común puedan establecer aquellos procesos adecuados para realizar la acciones que encarnen el propósito común.

En esta oportunidad quisiéramos destacar tres aspectos que nos parecen fundamentales , para la vida de este organismo:
  • Distinción entre Gobierno y Gestión
  • Estrategia
  • Desarrollo Directivo

Distinción Gobierno / Gestión

Muchas veces en una organización, se confunden  las tareas de gobierno con las de gestión. Es por eso, que siempre se recomienda distinguir claramente estos dos espacios. Sobre todo porque al inicio, todos hacemos todo, pero, primero por salud, y luego para tener un buen desarrollo, importa también, tener claro cuales son las tareas del gobierno y cuáles son las tareas de gestión. 
Primero y principal, las personas que componen el gobierno, deben estar 100% comprometidos con la causa. Esto significa, que una de las tareas principales del Gobierno, es definir y tener clara la misión. Si hiciéramos una lista, de tareas, sobresalen las siguientes: definir la misión / establecer políticas y estrategias centrales / asignar recursos / definir mecanismos para  distribuir autoridad / establecer procesos para toma de decisiones / fijar mecanismos y procedimientos que desarrollen las acciones específicas de la organización.

Siempre hay que tener presente, la dimensión de la organización, algunas son más grandes, otras un tanto más pequeñas. De todos modos, es deseable que los roles no se superpongan, y si así sucede, los canales de comunicación deben ser excelentes. Sino, se corre el riesgo de tomar decisiones casi en forma unilateral, confundiéndose el poder con el que se cuenta y la actividad que se realiza. 
Las actividades típicas de la Gestión son: toma de decisiones referidas a: las acciones, las políticas y estrategias definidas por el gobierno /  organización de actividades / integración, coordinación del uso de recursos.

Justamente, por esta superposición de tareas, debemos estar atentos a la superposición de intereses, hacemos hincapié, en que, quienes hacen parte del gobierno, no deben recibir ningún tipo de remuneración, ya que las decisiones podrían verse afectadas por intereses personales. 
Más allá de la dimensión que tenga la organización social, es bueno proponerse metas para alcanzar, generalmente las organizaciones, dejan que el día a día absorba su futuro, cuando en verdad sea personal rentado, como quienes hacen parte de la gestión y del gobierno, deben saber bien cuales son sus metas, en cierta forma el conseguirlas o no, pueden indicarnos que tan justo es el camino que se está emprendiendo.

Involucrarse con las tareas estratégicas

Este otro aspecto, se relaciona con el anterior, más allá de que los roles deben estar bien definidos, todos deben conocer en profundidad las actividades que se realizan, cuáles son las tareas fundamentales, de las cuales no podemos prescindir para lograr la meta y de cuales se pueden prescindir dado que no son tan vitales, por ejemplo, un centro comunitario que apunta al trabajo con niños y adolescentes, no necesariamente debe realizar actividades también para jóvenes, o viceversa. Tenemos que aprender a decir que no, a veces es mejor hacer poco pero bien, que mucho y mal.
Es bueno también, conocer a todos los actores, sobre todos aquellos que con su entrega, hacen que la organización camine. Darles el apoyo y coraje necesarios, para que su compromiso no decaiga. Valorar el trabajo de los demás es de vital importancia, la remuneración económica no es suficiente, existen factores invisibles e intangibles que mantienen el animo de una persona en su trabajo. Cuidar que el ambiente de trabajo, tratar que sea lo más armonioso posible, sano, tratando de resolver los conflictos apenas estos se presentan, o hasta incluso, prevenirlos si es posible.
Realizar consultas a terceros expertos, resulta siempre algo saludable, nadie puede auto medicarse, ni hacerse terapia a sí mismo, y con las organizaciones sucede exactamente igual. 
Por último, algo fundamental, tener bien claro como se miden y evalúan los resultados. La meta que nos hemos propuesto conseguir, por más ambiciosa que resulte, debemos saber que tan cerca o lejos estamos de ella y para eso, la medición como la evaluación son vitales. Son elementos básicos para la toma de decisiones, como para definir, si estamos o no, impactando sobre los temas centrales que nos hemos propuesto mejorar.

Realizar actividades para mejorar el desarrollo de la dirección

Los miembros del consejo deben estar comprometidos con el propio desarrollo, para que este sea posible y efectivo, el desarrollo de la dirección, debe ser una decisión de todo el cuerpo. Por tanto, requiere gente con iniciativa y con interés, buscando generar una mayor participación en la organización, involucrando cada vez más personas, para conquistar la meta. 
Por esto, es recomendable capacitarse regularmente, las herramientas de análisis y de trabajo en el tercer sector, cambian y se perfeccionan continuamente, por ello las personas que dirigen las organizaciones deben estar atentas y actualizarse constantemente.
Les nombramos algunas actividades, que pueden contribuir a este proceso de desarrollo:
actualización periódica del manual del consejo directivo / orientación de los nuevos miembros / jornadas y retiros de trabajo / talleres, seminarios, conferencias internas y externas / realización y monitoria del sistema de información / auto-evaluación periódica / observación y participación en las actividades de la organización.
De todas estas actividades, nos parece de destacar las jornadas o retiros de trabajo, ya que se trata de espacios de tiempo importantes para: reflexionar, analizar, evaluar juntos, ¿dónde estamos?, ¿dónde queremos estar? y ¿cómo haremos para llegar?, y no sólo por eso. Son también espacios, para fortalecer la confianza y las relaciones entre los miembros, focalizar las acciones, sobre todo, actualizar la misión, visión y metas de la organización, y por último, analizar los casos críticos si los hubiere.

Ser exhaustivos en este tipo de argumentos, es muy difícil, y muchas veces hablar de  estos temas, nos resulta lejano por el tipo de tarea que realizamos, pero lo cierto es, que si somos la cabeza de una organización, debemos hacer toda nuestra parte para estar a la altura. Y para ello, existen métodos, actividades, modelos de análisis que están a nuestro alcance. Lo importante, es tener claro que siempre podemos hacer algo, para hacer mejor lo que hacemos y que eso, tiene consecuencias positivas para nosotros y para nuestro alrededor. 

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