Queremos proponerles algo ... empezar a mirar para dentro de nuestras organizaciones con el propósito de proyectar mejor nuestro trabajo en el entorno en el cual nos novemos.
En ésta primera parte aportamos algunos elementos para el análisis...
La importancia del Fortalecimiento Institucional …
No existe una definición única del término, como tampoco existe un único modelo, pero es un ingrediente fundamental para el buen desarrollo de las organizaciones, sean éstas civiles o estatales.
En nuestra experiencia de trabajo con organizaciones de la sociedad civil hemos visto que se trata de un proceso necesario y permanente para que la organización sea saludable, se sostenga en el tiempo y pueda cumplir con su propia misión. Hace parte del proceso vital organizacional sumergirse en la búsqueda de los propios caminos para realizar aquel cambio social que según nuestra visión es necesaria para el bien común.
… para acompañar los cambios…
En los tiempos que corren la mayoría de las organizaciones sociales requieren cada vez más una especialización, ya sea por los cambios que se van dando en el contexto de acción, cómo al interno de la estructura. La demanda social cambia a lo largo del tiempo, aquellas soluciones que eran validas ayer, hoy tal vez ya no lo son, o no son suficientes. Estos cambios a su vez provocan una revisión de la misión y objetivos de la organización. Revisar estos elementos pone en cuestionamiento el modelo de nuestra organización, ya sea en su intervención como en materia operativa. Muchas veces pasa que se mantienen modelos organizacionales obsoletos que ya no responden al tipo de desarrollo que ha tenido la acción de la misma OSC. Actualmente se han desarrollado modelos organizativos más democráticos y participativos, logrando de ésta forma un mayor compromiso del capital humano.
Por otra parte la rendición de cuentas a las entidades de cooperación son cada vez más exigentes, en materia de resultados como en transparencia. Es importante ser más conscientes que no estamos solos, sino que se está inserto en un gran sistema de cooperación internacional, por más que cada OSC tenga su misión específica, debemos ser aplicados poniendo en práctica los mismos valores que nos inspiran: la solidaridad, la responsabilidad social compartida, la comunión, el sentido del bien común.
Compartiendo estos apuntes con una colega, hacía un aporte importante, para poder revisar nuestros procesos internos, proyectándonos hacia fuera siempre es necesario consultar. Así como nadie puede ser su propio psicólogo, las organizaciones para mantener la coherencia institucional deben contar con una asesoría externa. Es necesario apelar aquella crítica leal capaz de hacernos mejores, estar abiertos a que no todo lo que hacemos siempre está bien o es lo mejor, siempre nuestro trabajo es perfectible, y para eso nada mejor que el aporte de otros ojos, para poder ver más y mejor.
Y para ser más concretos en las acciones …
Es necesario armonizar todos éstos elementos, la misión, la organización y los recursos. La salud de la organización depende de una justa articulación de todos éstos elementos. No hay que temer a mirar hacia dentro, debemos ser conscientes del proceso en el que estamos. Así como para realizar un proyecto, es bueno llevar adelante un proceso de análisis (diagnóstico, planificación, acción y evaluación) en nuestra organización. Considerar los cambios que se van dando en la agenda global y compararlos con la misión que nos hemos propuesto, reforzando las capacidades que hemos desarrollado.
El reto es crecer en confianza, estar seguros del compromiso de todos los integrantes, estimular el compromiso por medio de un modelo organizacional más participativo, dónde las decisiones y las responsabilidades son más compartidas. Y por último innovar, poder mejorar el resultado y eficacia de nuestras acciones en función de los recursos disponibles, encontrando métodos de desarrollo creativos. Ojo, esto no quiere decir promover el modelo empresarial de acción, mas resultados con menos recursos, sino que es vital ser estratégicos.
Potenciar y potenciarse a través del trabajo en red, desarrollar el proprio aporte junto con otros. Para dar un ejemplo, en una comunidad escasa de recursos dónde la cadena de problemáticas es muy amplia, es importante que cada organización se especialice en su propia área, la reinserción escolar, la alfabetización, la prevención de violencia familiar y de género, el micro emprendimientos, ser todos juntos ser capaces de generar un círculo virtuoso capaz de romper con la cultura de la exclusión.
Los invitamos a pensar por un momento, ¿qué pasaría si no pusiéramos la mirada en estos procesos y tratáramos de hacer algo en consecuencia? Seguramente, pretenderíamos que las cosas cambien haciendo lo mismo. Las respuestas que estamos queriendo dar en nuestros lugares de acción pierden su fuerza y por lo tanto disminuye el entusiasmo de quienes están en el campo. Sin impacto y sin entusiasmo difícil que la cosas cambien.
… necesitamos establecer un Plan Estratégico!
Por ello es vital establecer un Plan Estratégico, aquel conjunto de acciones que contiene en forma implícita nuestras aspiraciones estratégicas (visión, misión y objetivos) y que se confronta en forma permanente con el contexto y las situaciones cotidianas, para definir la dirección que vamos a tomar. En este tipo de procesos es vital el liderazgo, lo cual no quiere decir que es uno el que mueve los hilos, sino que “en una organización “todos son líderes”, es decir: todos tienen la responsabilidad de influir sobre los demás en pos del bien común, no puede haber simples ejecutores”. Ir encontrando juntos aquel modelo de gestión que nos posicione de la mejor manera para gestionar el cambio social que juntos queremos logar.
En la próxima entrada les compartimos algunos elementos que no pueden faltar en un plan estratégico…
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