En nuestra opinión, los donantes se inclinan más hacia:
- Proyectos nuevos y emocionantes, no más de lo mismo. Cualquier propuesta debería estar basada en los conocimientos más actualizados, por ejemplo en una nueva orientación pedagógica o una nueva tecnología. Por supuesto, hay que demonstrar de conocer las técnicas ya disponibles, pero siempre, al mismo tiempo, dando la idea de que nos encontramos en la vanguardia, empujando la evolución de lo que ya se hace. Es muy atractivo pedir fondos para multiplicar los resultados de un proyecto piloto, por ejemplo, aclarando: con mis propios fondos, durante un año, apliqué este nuevo enfoque con estos resultados, muy alentadores; por lo tanto, le pido apoyo a Ud para poder realizar la misma acción en otra escala, etc. etc. Mejor todavía si este nuevo enfoque de trabajo tiene el aval de o ha sido desarrollado en cooperación con alguna institución o universidad reconocida.
- OSC determinadas a realizar el proyecto. Atrae trabajar con instituciones que tengan compromiso con lo que hacen, y no tanto con organizaciones que lo hacen sólo en el caso que el donante les entregue dinero para hacerlo. En este sentido, hay que demonstrar que nuestras organizaciones saben y pueden trabajar con fondos propios, porque de esta manera también se ayuda al interlocutor a convencerse de que la actividad se seguirá realizando una vez que haya terminado la financiación. En otras palabras, tiene que quedar claro que nuestra OSC quiere recibir un dinero a fin de desarrollar un proyecto útil a la comunidad, y no que necesitamos dinero para desarrollar nuestra organización.
- Conocimiento y entusiamo. Aunque nuestros equipos de trabajo no tengan que parecer autoridades mundiales en las problemáticas que abordan, es bueno que la página web de nuestra organización contenga información actualizada sobre la trayectoria académica y profesional de nuestros colaboradores. Y está muy bien ser humildes, y permitir que los donantes quieran examinar los resultados alcanzados a través de evaluadores independientes, para que ofrezcan elementos que ayuden a mejorar continuamente nuestra forma de trabajar.
- Construcción de consenso. Un proyecto es atractivo, antes que nada, en la medida que se diseñe y se lleve a cabo con los destinatarios, y no para ellos. Por ejemplo, si trabajamos con adolescentes, ¿los estamos involucrando en el diseño de la propuesta? Cuando presentemos las OSC a nuestro cargo, es bueno que expliquemos cuál es su universo organizacional, quién está involucrado y cuan amplio es el respaldo que poseemos. Además, un proyecto tiene más probabilidades de ser aprobado si es el resultado de un trabajo en red, de diálogo y cooperación entre distintos actores de la sociedad civil, pero también del primer y segundo sector.
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