Hoy pude participar del
seminario de Extensión “Ciudadanía Saludable: Estrategias de
la Sociedad Civil para un Enfoque Integral y Articulado en el Campo
de la Salud”. El seminario era organizado por el PRODOS-Salud
(Programa de Desarrollo de Organizaciones Sociales de Salud) del
Centro de Innovación Social de la Universidad de San Andrés.
Tengo
que decir la verdad, fui porque pensaba que se iba a tratar el tema de la
labor de las ONGs en el sector salud, mientras que los
trabajos estaban más orientados hacia las organizaciones de
pacientes (o sus familiares) y sus necesidades en acceso a la
información, resolución de conflictos con médicos o estructuras de
salud, etc.
De todos modos, me
pareció interesante quedarme porque durante la charla se ofrecieron
algunos elementos que pueden ser útiles al momento de fundamentar el
trabajo de una ONG en campo sanitario, tanto a nivel de barrio o, de
todos modos, en áreas marginales del país, a fin de alcanzar una real incidencia en
políticas públicas.
La disertación
principal estuvo a cargo del Dr. Joaquín Cayón de las Cuevas, de la
Universidad de Cantabria. No voy a resumir su charla, de todos modos
disponible en formato más académico aquí,
sino algunos de sus pasos conceptuales (así como pude apuradamente
anotarlos):
- La acción médica siempre tiene riesgo e implica conflicto. Hoy hay mayor efectividad y también mayor riesgo. Por lo tanto, es inevitable que surjan discrepancias entre los distintos actores involucrados, no reconocerlo es un problema.
- Hay que dar visibilidad a actores y conflictos. La relación sanitaria no es vertical pero tampoco es bilateral, hay muchos otros actores además de paciente y médico, también hay medios de comunicación, laboratorios, etc. Hay que llegar al multilateralismo en nuestras estrategias, entre ellas el empoderamiento de la sociedad civil, además de la horizontalidad.
Hay que propiciar relaciones multilaterales. - Las estrategias propuestas por Cayón de las Cuevas fueron, entonces:a) creación de foros de actores,b) presencia en consejos consultivos,c) legitimación de acciones consultivas para defender intereses difuso,d) participación en notificación y registros de eventos adversose) participación en la gestión extrajudicial de conflictos.Como posibles conclusiones, entre otras, se habló de que las acciones a tomar tienen que ser colaborativas y apuntar a mejorar las prestaciones del sistema. Por otro lado, a pesar de que el acceso de la ciudadanía a la justicia se haya convertido en un reto para la sociedad contemporánea, con un fuerte efecto disuasorio debido a la frecuente dilación en la respuesta, tiene que ser alentada y fortalecida.
Entre los demás
disertantes, señalo (también muy sintéticamente) algunos puntos de
la charla de Álvaro Herrero, Director Ejecutivo de la ADC
(Asociación por los Derechos Civiles). El trabajo de la organización
consiste en realizar litigios estratégicos capaces de sentar
jurisprudencia (pudieron hacerlo con entrega de medicamentos y de
bypass gástricos), superando artilugios legales e interpretaciones
restrictivas de las leyes vigentes. También se apoyan en tratados
internacionales para brindar interpretaciones más armónicas de las
leyes nacionales y buscan casos de incidencia legal para promover
cambios.
Las dos charlas
mencionadas me interesaron mucho porque me empujaron a concientizarme
acerca de la fundamentación del trabajo de la sociedad civil en el
sector salud. Creo que el documento clave en este sentido sigue
siendo la Carta de Bangkok de 2005. Difundida a raíz de una reunión
organizada por la OMS en esa misma ciudad, la
Carta brindaba orientación en promoción de la salud
alentando alianzas entre gobiernos, organizaciones internacionales,
sociedad civil y sector privado a fin de asumir que la promoción de
la salud se incluyera en la agenda de desarrollo de cada país. En un
cierto sentido, gracias a este documento, se reiteraba que la salud
fuera un foco de iniciativas de la comunidad y de la sociedad civil,
como también habían destacado documentos anteriores a partir de los
años 70 del siglo XX, con el enfoque sobre Atención Primaria de
Salud y el famoso lema “Salud para Todos”. Algunos
documentos muy interesantes al respecto son “La
OMS y la Sociedad Civil:
una alianza para una salud mejor”
y “La
relación
Estado-Sociedad
Civil
en el ámbito de la salud”.
Me
parece oportuno, entonces, remarcar algunos posibles puntos clave del
accionar de nuestras ONGs argentinas en el sector salud (para futuros proyectos):
- facilitar el acceso de las poblaciones más vulnerables a los servicios de salud, vigilando para que sus derechos sean respetados de manera integral por parte del Estado y que las asignaciones presupuestarias al sector salud sean razonables y ejecutadas en su totalidad
- prestar transitoriamente servicios de salud, reemplazando el Estado, a pacto de que se realice en paralelo (o en red con otras organizaciones) un trabajo de incidencia sobre el mismo sector público, a fin de que vaya progresivamente asumiendo el rol que le corresponde
- enfocar su labor sobre la prevención de enfermedades y la difusión de informaciones pertinentes, pensando especialmente en promover estilos de vida saludables, brindar información acerca de cuidados higiénicos y en luchar contra la desnutrición
- visibilizar eventuales conflictos o situaciones escondidas que a menudo se subestiman, como la violencia de género o los trastornos de salud mental
- realizar advocacy en temas como litigios por mala praxis, discriminación, negación en materia de prestación de servicios, interpretaciones restrictivas de leyes existentes, adecuación normativa, armonización de las leyes nacionales con las declaraciones internacionales, cobertura de obras sociales, etc
- centrar su trabajo en la persona más que en la enfermedad, con todo lo que eso implica en términos de respeto psicológico, cultural, medioambiental, económicos, emocional y por lo tanto hacer énfasis en una estricta labor interdisciplinaria
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