martes, 24 de abril de 2012

Conjugando Democracia y Fraternidad en Política.

Recientemente la Editorial Ciudad Nueva publicó el Libro “Fraternidad y Acción Política”, dónde se presentan los más  variados testimonios, desde la militancia social, la política partidaria, la función pública. Todos ellos unidos por una fuerte convicción que la fraternidad es una categoría e ingrediente fundamental en la acción política.

Nos interesa conjugar la lectura de éste libro con el concepto de democracia. Cuáles son los efectos de la acción política fraterna en la calidad de la democracia.


El concepto de democracia se ha ido enriqueciendo lo largo de los años, fruto de su aplicación en diferentes contextos. Las diferentes prácticas democráticas han agregado condimentos, ingredientes  al “poder del pueblo”,  hay quienes dan valor a la representatividad o la delegación del poder, a la participación, a la deliberación, o a que tan cerca o no están las personas de la toma de decisiones (directa e indirecta). ¿Estamos en condiciones de decir que una democracia es mejor que otra?

¿Qué es lo que agrega la acción política fraterna a la democracia? De las experiencias que detalla éste libro un primer resultado es que se produce un importante encuentro entre la administración pública, la comunidad y entre partidos. Con el propósito de transformar el conflicto en diálogo, dar voz a quien no la tiene, privilegiar lo que nos une a lo que nos separa, poner en primer lugar a los últimos, en definitiva, no se hace más que trabajar en la relación elector y elegido. Con formas innovadoras se crean espacios de diálogo, encuentro, participación, dónde no sólo se fortalece ésta relación sino que principalmente se recrea la comunidad. Logrando también una mejor relación entre oficialismo y oposición, abriendo el debate y el diálogo en la búsqueda del bien común, mejorando incluso la calidad de las instituciones.

Por lo tanto se convierte en una fuente de innovación en materia de políticas públicas, presupuestos participativos, seguridad ciudadana comunitaria, educación comunitaria, etc. Fruto del libre debate de ideas, el diálogo es el  método fundamental para poder poner en práctica la acción fraterna, y quienes se inspiran en el paradigma de la fraternidad en política, privilegian justamente éstos espacios dónde importa la opinión de TODOS no importa el partido del cual provenga.  Casi que por reflejo viene una pregunta: ¿no existen ya estos espacios dónde dialogar? Y si, el parlamento, el consejo deliberante, el gabinete, etc. son los lugares por naturaleza de la democracia. No cabe duda que espacios no faltan, tal vez lo que la acción fraterna en política suma a éstos espacios, y éste libro lo evidencia son aquellos  políticos y ciudadanos fraternos que sustancian la vida democrática, porque poniendo en primer lugar el otro son especialistas del diálogo, constructores de más y mejor democracia.

¿Serán éstas experiencias el humus de una nueva democracia? 

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