Estoy revisando la Convocatoria a Proyectos promovida por la Unión Europea para Actores no Estatales (ANE) de Argentina con referencia 131-580/L/ACT/AR, disponible aquí, y me parece muy interesante.
El objetivo global de la convocatoria es el apoyo a ANEs con el fin de que
contribuyen a reducir la exclusión social y la marginalización a través la promoción de la cohesión social, el dialogo y una mejor participación en la formulación de las políticas publicas, jugando un papel importante en la reducción de la brecha social en Argentina.
Los objetivos específicos son:
* Mejorar las capacidades técnicas, operacionales y de gestión de los ANEs que tienen como objetivo promover el reconocimiento de los derechos y las peticiones de los grupos vulnerables y marginados así como su participación en programas para cohesión social y estrategias de desarrollo local.
* Promover las acciones de los ANEs a nivel local, regional y nacional cuyo objetivo sea la inclusión en las políticas públicas argentinas y en los procesos de toma de decisiones en los tres niveles del Estado del reconocimiento de los derechos y las demandas de los grupos y colectivos vulnerables y marginados de la sociedad argentina.
* Crear plataformas y redes para dialogo con el fin de construir estrategias de incidencia en estos temas, fortaleciendo la participación de los sectores mas excluidos y marginados de la población Argentina en la formulación del políticas publicas y la rendición pública de cuentas. Se priorizarán las plataformas y redes lideradas por ANEs en las provincias con menor índice de desarrollo de Argentina.
En primer lugar, me parece relevante que los ejes de la cooperación técnica entre la Argentina y la Unión Europea hayan dejado de ser educación, salud y lucha a la desnutrición: eran éstos unos ámbitos de trabajo muy angostos, finalizados a cubrir brechas en el acceso a derechos, pero que difícilmente podían permitirle a una ONG trabajar sobre la construcción de un orden social más justo e inclusivo, o de atacar las causas más que las simples consecuencias de los problemas sociales.
Esta convocatoria refleja, entonces, una evolución muy frecuente en la política de cooperación internacional. A las ONGs se requiere cada vez más de implementar políticas inclusivas sustentables en el largo plazo, así como de ejecutar actividades cuyo impacto real sea medible a través de indicadores comprobables y objetivos. En otras palabras, de puntar a ser un socio del Estado, a pesar de la evidente asimetría en términos de recursos y alcances, y no un simple actor subsidiario.
La UE pone como techo máximo de financiación el 90% de los costos elegibles del proyecto. El hecho de poder contar con cofinanciadores muy solventes, permitiría mantener un porcentaje de financiación relativamente bajo (70-75%), y por lo tanto tener una ventaja competitiva considerable.
Interesantes los temas transversales a la convocatoria: promoción de la equidad de género, de los derechos humanos y de los derechos de la niñez, la consolidación de la democracia, la cohesión social, la inserción social y profesional de los jóvenes, jóvenes y participación democrática, la formación profesional de los jóvenes, promoción de la cohesión social, diálogo y una mejor participación en la formulación de las políticas públicas.
El trabajo realizado por nuestros Centros Comunitarios y sus socios puede recibir un impulso a raíz de este tipo de convocatorias.
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